¿SABÍAS QUE...?

• El cuerpo humano de un adulto tiene 206 huesos, mientras que el de un recién nacido está formado por cerca de 300, ya que algunos huesos, sobre todo los de la cabeza, se van fusionando durante la etapa de crecimiento. La mayor parte de los huesos humanos se concentran en las extremidades, estando las superiores compuestas por un total de 64 huesos y las inferiores, por 62 huesos. La cabeza se forma con 28 huesos y el tronco con 52.El hueso más pequeño del cuerpo humano está en el oído y es el estribo, que mide cerca de tres milímetros. Por el contrario, el hueso más largo es el fémur, que está en el muslo y mide casi cincuenta centímetros. Los huesos son las partes rígidas del cuerpo.

• Si los huesos eran las partes rígidas de nuestro cuerpo, los músculos son las partes blandas, y podemos decir que son los verdaderos protagonistas de los movimientos que realizamos en Educación Física, en el Deporte, y en nuestra vida diaria. Los músculos tienen como característica principal el ser “Contráctiles”. Esto significa que se pueden contraer, o acortar. Cuando el músculo se acorta o se contrae, tira del hueso al que está unido y lo mueve. Cuando el músculo se “Relaja” vuelve a su forma inicial, deja de estar más gordo y corto, y vuelve a ser largo y más delgado, con lo que deja de tirar del hueso y provoca que se mueva en el sentido contrario. Tienen un color rojizo, debido a que por ellos circula la sangre que les lleva oxígeno y otros alimentos que les dan energía para poder contraerse. Nuestros tejidos musculares, o músculos, componen entre un 35 y un 40 por ciento de nuestro peso corporal, y los hay de varias clases: músculos esqueléticos, músculos cardíacos y músculos lisos. Así, dar una cifra exacta es bastante complicado. Pero sí que podemos concluir que disponemos de unos 650 músculos esqueléticos, es decir, músculos individuales fijados al esqueleto, que pueden proporcionarnos el impulso necesario para realizar movimientos, etcétera. Dentro de esta categoría entrarían algunos de los músculos más conocidos, como los bíceps o los abdominales. La mayoría de estos músculos esqueléticos son voluntarios, pero también hay involuntarios, es decir, que reaccionan sin que podamos controlarlos a través de nuestro cerebro. Los músculos voluntarios, al ser blandos, necesitan estar unidos a los huesos por otros elementos más duros para no romperse cuando realicemos mucha fuerza. Estos elementos que no son tan duros como los huesos pero sí son más resistentes que los músculos son los Tendones. Son de color blanco, casi amarillento, y al contrario que los músculos no se pueden contraer. Por último, los músculos cardíacos son aquellos que hacen trabajar al corazón sin descanso y la última clase de músculos, los lisos, serán los encargados de controlar el movimiento de nuestros órganos internos.